¡Bienvenidos!

Muchos de nuestros amigos trabajan, como nosotros, con las palabras. Entre ellos, hay correctores, maestros, profesores, traductores, periodistas, abogados, estudiantes y publicistas que, a veces, nos consultan sobre sus dudas y, a veces, nos transmiten conocimientos que ignorábamos.

Pensando en ese maravilloso intercambio al que nos invita nuestra lengua, decidimos inaugurar este espacio. Sabemos que no es novedoso, pero estamos convencidos de su utilidad (y creemos que nos va a servir a todos).





Mónica Márquez

Gustavo Luchini

28/7/08

Undécimo, duodécimo, decimoprimero, decimosegundo, onceavo y doceavo

Para designar los ordinales correspondientes a los números 11 y 12, el DRAE registra los adjetivos undécimo y duodécimo, respectivamente (y también onceno y doceno, de uso mucho menos frecuente). No obstante, según el Diccionario panhispánico de dudas, si bien estas formas etimológicas son las preferidas en el uso culto, también deben considerarse válidas las formas analógicas decimoprimero y decimosegundo, las cuales, como todos los ordinales compuestos correspondientes a la primera y a la segunda decena, se pueden escribir en una o en dos palabras (en este último caso, el primer término conserva la tilde y presenta variación de género y número: décima primera, vigésimos cuartos).
En cuanto a los fraccionarios, aunque pueden utilizarse undécimo y duodécimo, hoy se prefieren las formas onceavo y doceavo, que no pueden usarse como ordinales.
Algunos ejemplos de usos correctos
Ordinales: el duodécimo piso (recomendado), el onceno puesto (poco frecuente), la decimosegunda edición, la décima segunda edición (aceptados).
Fraccionarios: la onceava parte (preferido), la undécima parte (aceptado).
Algunos ejemplos de usos incorrectos
Ordinales: el doceavo piso, la décimo segunda edición.
Fraccionarios: la decimoprimera parte, la décima segunda parte.

9/7/08

Estar, hallarse y encontrarse

En español, es correcto usar cualquiera de estos tres verbos para indicar la situación o el estado de las cosas y de las personas. Sin embargo, hoy en día, en los textos periodísticos y en muchas traducciones, parece haber una clara preferencia (rayana en el exceso) por el uso de encontrarse.
Si bien no se trata de un error censurable, la extremada reiteración de un mismo vocablo puede deslucir cualquier texto; por eso, no nos olvidemos de los otros dos verbos y así evitaremos la monotonía en nuestros escritos.

Acerca de «nuclear»

Este vocablo no es un verbo, sino un adjetivo. El hecho de que el pobre haya tenido la desgracia de nacer con la misma terminación que los infinitivos de los verbos de la primera conjugación no nos da derecho a someterlo a algunas variaciones que solo son propias de la flexión verbal. Sin embargo, es habitual leer oraciones en las que nuclear se usa erróneamente como si fuera un verbo, por lo general, con el sentido de reunir o congregar.
He aquí dos ejemplos de este uso incorrecto:
El gremio que nuclea a los micros de corta, media y larga distancia pidió que el Gobierno porteño ratifique la medida anunciada hace una semana. (Clarín, 10 de junio de 2008).
Los empleados nucleados en el Sindicato Portuarios Unidos (SUPA) reclaman un aumento en los ingresos de los jornaleros. (Clarín, 12 de junio de 2008).